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Las vacaciones de verano suelen relacionarse con descanso y diversión, vida al aire libre y deportes, comidas fuera de casa, sol y playa. Sin embargo, esta época del año no está ajena a las urgencias médicas, las que en el caso de los niños, en su mayoría, se deben a traumatismos, quemaduras solares, picaduras de insectos y problemas gastrointestinales.
De acuerdo a lo señalado por la Dra. Dairelis Nieves, pediatra del servicio de urgencia de Clínica Puerto Varas, si bien la afluencia de pacientes es menor en comparación a otras épocas del año; las causas de consulta y las principales afecciones son también muy distintas.
Lo más recurrente que vemos son quemaduras por sol, heridas, picaduras de insectos y traumatismos leves. Estos últimos, en su mayoría, se deben a accidentes menores como caídas del columpio o de la bicicleta y generalmente son esguinces o fracturas en el tallo verde que no necesitan de intervenciones quirúrgicas.
Cuando el niño ingresa a la urgencia, al igual que cualquier paciente, se categoriza y luego es atendido por el pediatra de turno. En el caso de las heridas que requieren curación o sutura, el menor es atendido por el especialista directamente en el box de procedimientos, donde se le brindan todos los tratamientos que sean necesarios.
El servicio cuenta con el respaldo inmediato de las unidades de diagnósticos las 24 horas del día, como son imagenología y laboratorio, además del completo soporte de infraestructura física y tecnológica de la Clínica Puerto Varas.
En relación a los accidentes, la profesional explica que la duda más frecuente de los padres es acerca de cuándo llevar a sus hijos al servicio de urgencia si sufren de un golpe en la cabeza. “Si se trata de lactantes o niños menores de un año, que por ejemplo, se cayeron de la cuna; la recomendación es siempre consultar, ya que son pacientes pequeños que no saben manifestar claramente su estado. En el caso de los más grandes, va a depender de varios factores como la altura de la caída, o si a raíz del golpe pierde el conocimiento, presenta vómitos, camina raro, pierde el equilibrio, habla con dificultad o tiene alteraciones visuales”.
Otro de los cuadros más frecuentes en los niños durante esta época son las gastroenteritis por transgresiones alimentarias, es decir comer en exceso, cambiar la dieta o el horario habitual de alimentación, rebasando muchas veces la cantidad que pueden comer.
“Estas conductas en los niños resultan más agresivas que en los adultos y el cuadro se caracteriza por dolor y molestia estomacal, vómitos explosivos, inexistencia de fiebre y puede ir acompañado de diarrea. Las molestias suelen aliviarse tras el vómito y no deberían durar más de 24 horas” explica la Dra. Greimar Suárez, pediatra de Clínica Puerto Varas.
Otra gran causa de gastroenteritis en menores, específicamente en lactantes y preescolares, es la producida por rotavirus, enfermedad contagiosa que aumenta en los meses de primavera y verano. Esta afección se caracteriza por la presencia de fiebre, vómitos y diarrea. Esta última puede ser muy recurrente, es decir varias veces al día hasta el término de la enfermedad, la que puede durar entre 5 y 8 días. Para su detección, a los pequeños se les realiza un test rápido para determinar si se trata de este virus.
A diferencia de las transgresiones alimentarias, el cuadro de rotavirus siempre presenta fiebre. Si bien, otros virus pueden producir síntomas similares, buscamos identificar el rotavirus por ser un patógeno más agresivo y que puede producir una rápida deshidratación en los menores, explica la Dr. Suárez.
Clínica Puerto Varas es el único centro de salud de la provincia que cuenta con médicos pedíatras en su servicio de urgencia. A su vez, ha desarrollado protocolos de atención para casi todas las patologías pediátricas, los que fueron elaborados de acuerdo a estándares internacionales y cuyo objetivo es entregar una asistencia de calidad, integral y rápida, independientemente del médico que esté de turno.
En esta misma línea, durante el 2018, se implementó una Unidad de Cuidados Especiales Pediátricos (UCEP), pensada para proveer monitoreo cardiorrespiratorio y supervisión profesional permanente bajo estrictos estándares de calidad y seguridad internacional.
